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lunes, 28 de junio de 2021

A Lisa 2020, un año fallido

 

Quiero pensar que la añada 2020 fue un yerro, algo que pasó, algo que no debió pasar, pero que quedó.

A modo de introducción quiero aclarar que soy fan y seguidor de A Lisa desde su salida al mercado. Año a año he ido probando y comprando cada añada de una manera casi religiosa, en principio un par de botellas, en estos últimos 10 años un par de cajas o más. Debo confesar que es de mis vinos de cabecera, de esos a los que recurro cuando quiero algo seguro, algo que me va a dar placer por un precio justo y que me va a trasladar a un sitio especifico del planeta. En resumidas cuentas A lisa siempre fue para mí un vino de terroir, único e irrepetible y siempre muy disfrutable.

Este año como siempre, compre una caja como para probar y saber si voy a comprar más. La primera botella no me gustó, la segunda igual, la tercera igual y así todas. Hoy estoy bebiendo la última y escribiendo en caliente, como siempre. Por eso puedo decir después de casi 20 años de ser fan y de probar todas las añadas de A Lisa. Que la 2020 es la peor añada de todas.

Hubo años que salían con brett, años que le faltaba madurez, años sucios, años espectaculares, pero siempre mantenía un ADN patagónico que lo diferenciaba. Este 2020 es un vinito mas, de esos que podes comprar en el súper por la tercera parte de su valor. Un malbec sin identidad, lleno de notas lácticas y de torrefacción, con un alcohol de 14° que hasta parece más, un vino mediocre que no te la sube ni un poquito.

Tiene defectos? Nooooo para nada, técnicamente parece de manual, limpio, brillante, mucha fruta madura, etc.. Y toda la boludez que te acostumbra el influencer de turno, toda esa paja mental y mediática que te quiere vender que lo que está bien en ciertos parámetros es lo que va…..pero no, Tinelli no es lo que va, no para mí al menos.

Me duele ver en redes como gente que lo vende hace años no señale esto!!!! A esos mismos cuando se los compraba hace años ni sabían lo que era A Lisa, creían que era de Valle de Uco!!!

Yo quiero y prefiero pensar que esta añada fue un error, que Hans va a saber poner de vuelta el barco en su curso.

Lo escrito esta con toda la buena leche que puedo tener, por mi fanatismo con Noemia, por ser consumidor desde su inicio, por comprar cada año cajas, porque quiero ser bueno y quiero pensar que el año 2020 fue complicado.

Por eso querido Hans, deseo que pronto retomes tus viajes a Argentina y veas lo que está pasando, porque A Lisa no es esto y si pretendes que sea esto, yo me bajo del barco, Abrazo.

martes, 9 de febrero de 2021

Identidad del vino argentino??? (capitulo MDXXVII )

Algunos hablan de 20, otros de 50, los mas osados de 100 o 200 años de viticultura y puede ser cierto la República Argentina apenas se conformó hace 2 siglos, pero, pero ,pero..... Hay una historia un poco más lejana, no argentina, pero sí que se originó por estas tierras. 

La historia de la vitivinicultura argentina se remonta a la época de la colonización, ya que el cultivo de la vid estaba estrechamente unido con las prácticas agrícolas del colono español. A mediados del siglo XVI, los conquistadores llevaron al Cuzco las primeras plantas de vid, de la especie Vitis vinifera. Desde allí fue conducida a Chile en 1551 y luego introducida a la Argentina por vecinos de Santiago del Estero, seis años después. Desde esta provincia se propagó el cultivo hacia el centro, oeste y noroeste del país No existen datos exactos sobre la fecha de implantación de los primeros viñedos en Mendoza y San Juan, aunque algunos historiadores opinan que se realizaron primero en esta última provincia, entre los años 1569 y 1589, por lo que puede decirse que Vitis vinifera llegó a la República Argentina a mediados del siglo XVI. 

Ya han pasado mas de 400 años de aquella primera incursión y seguimos debatiendo sobre la identidad y la historia del vino en Argentina. O al menos algunos seguimos haciéndolo, está claro que desde las bodegas no hay mucho replanteo, ellos se mueven por modas del momento, casi siempre mirando a otros lugares, pero esto sucede casi a nivel global.

Pero centrándonos en nuestra realidad sudamericana, los 2 países que mas producen y que mas tiempo están haciendo vinos, son Chile y Argentina, en ese orden. Y los dos sufren el mismo complejo, no así Uruguay, Brasil o Perú, ellos saben bien cuál es su identidad porque son relativamente nuevos en este juego, así que tendrán que pasar algún tiempo para que alguien escriba sobre esto. 

En estos últimos tiempos han salido al mercado vinos nuevos, con la impronta de “históricos” “Proyecto Las Compuertas” “viñas viejas” etc, et, etc.. Con un afán de revalidar zonas pioneras en Cuyo (sobre todo Mendoza) pero de la mano de nuevos interlocutores, que de alguna manera acomodan la historia a su conveniencia. Dicho esto el trabajo muchas veces está bien, muchas veces mal y por lo general ambos están fuera del radar del consumidor medio. Esto pasa en Argentina, en Chile no tengo tanta data, pero si he podido ver como se han recuperado zonas históricas como Maule o Itata, también Maipo y Colchagua, pero ellos tienen el mismo problema que nosotros, siguen buscando su identidad.  

La verdad que no se cual es la identidad del vino Argentino, yo lo conocí en una época que había pocos buenos, la mayoría era vino de mesa de factura media, tomable. Se ha ido desdibujando y travistiendo a través de las décadas. Pareciera que solo el malbec y el semillón siguen teniendo una continuidad en el tiempo, aunque ahora son mejores y mas variados sigue encontrando un hilo conductor en ellos. No así con el cabernet o el chardonnay, han cambiado tanto para un alado y par el otro que casi ni se puede hablar de eso, por momentos el modelo californiano, por momentos el modelo francés, según la moda de la época. 

De todas formas queridos winelovers, quédense tranquilos, zonas mas antiguas siguen buscando su identidad, Rioja, el Piamonte, Montalcino, Chianti, Saint Emilion, Cahors, Borgoña y demás estrellas siguen en ese camino de busca eterna. Por eso cuando se paren frente a una etiqueta con estas características sepan que tan solo se trata de una estrategia de marketing, son contados los proyectos en sud América que realmente trabajan seriamente en esa búsqueda de los orígenes, lo demás es papel picado. Salud y good show.

viernes, 1 de marzo de 2019

Carmelo Patti 2007...... INQUEBRANTABLE

Pasaron muchos años, muchos vinos, un par de hijos y algunas parejas. Esta cosecha salió en el 2011 o 2012, no recuerdo bien, pero si recuerdo que compré compulsivamente cuanta caja estuviera a buen precio.

Hoy se fué la última botella y con ella un amor que duró lo que debía durar.

No tengo ganas de reseñar, de analizar descriptores y hacerme el dificil, porque este vino me gustó desde el primer día y siempre sentí que era algo especial, que esta cosecha tenía condimentos que no había percibido antes, siempre sentí que este 2007 de Carmelo la rompía toda.

Y por supuesto me voy a lo sensorial y a lo histórico, lo pongo en contexto y el vino crece, se hace gigante. Para cuando se cosechó este Malbec, Don Carmelo tenía el mundo en contra. Todos los medios internacionales premiaban vinos diametralmente opuestos, la prensa nacional hablaba de arcaicos, los sommeliers hablaban del ropero de la abuela, los consumidores expertos ni lo atendían. Pero..... en aquel 2011 o 2012 cuando estuve en Mendoza un par de enólogos top me dijeron por debajo que el mejor Malbec 2007 de Mendoza (¡y del mundo?) lo había hecho el viejo, una vez mas. Me costó digerirlo, enólogos encumbrados de la nueva ola reconociendo por debajo que el mejor era el del viejo?

Decidi esperar, comprar, aguantar, olvidar, abrir cada tanto, cuando mi espiritu lo pidiera. Y si..... hubo un par de botellas mediocres, pero la gran mayoría soberbias y una decena que parecía de otro mundo. Como ésta última de la que hablo.

Esta última me remonta al pasado, a Carmelo probando la uva, a Perdriel, a Drumond, a Lujan, a Parker, a Jay Jay, a los Sommeliers que se burlaban, a los enólogos que reconocian por lo bajo, a las dudas, a las certezas, a mis hijos chicos, a los amores descarriados.....

Quedará espacio para los nuevos Carmelos? Me pongo a pensar y no encuentro interlocutores a futuro con todo el panorama en contra, no veo esa rebeldía.....seguramente habrá Malbecs muy buenos, algunos excepcionales, pero inquebrantables como éste lo dudo.
Espero, como siempre.......espero.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Lo que le costó el amor a Camilo Gómez

Y ahí se fue la primera copa de vino, vuelvo a servirme hasta la mitad y ya en el primer sorbo aparecés vos, que líquido maldito Che.

Siempre escuché historias de los que beben para olvidar pero en mi caso el primer sorbo de la segunda copa, hace que vuelvas como un torbellino. Pareciera que bebo para recordar y para pensar, para recorrer ese largo camino que transitamos y que un día decidiste abandonar.

Y es como un reflejo estúpido el de agarrar el teléfono, abrir el chat y releer nuestras conversaciones y pensar, pensar, maquinar y responderme solo "porque no le dije tal cosa", "porque no me dijo tal otra", abro tu foto de perfil y te miro a los ojos como cuando estabas en mi cama, si, ya se que estuviste hace un par de semanas en mi cama, pero ya no me mirás así, ya no me besas como antes, algo se rompió hace mucho y parecés una especie de zombie autómata, solo dejás que aprete los botones del placer un ratito, hasta que te cansas y listo, te gana el apuro por irte, siempre hay algo mas urgente que vos y yo.

Leo, leo y releo y me avergüenzo de mi mismo por ser tan boludo, por seguir dejando que me hagas mierda, por sentir tu falta, por corroborar que el "te amo" ya hace mucho pasó a ser "yo te quiero Camilo". La puta madre que cruel es que una mina que en un tiempo te dijo que te amaba ahora te diga que te quiere y encima pone después tu nombre, es preferible que te odien a que te digan que te quieren después de haberte amado.

Y sabes que? Quiero apretar ese botoncito para llamarte y escuchar tu voz y decirte todo lo que siento, vomitar todo eso que tengo atascado en el estomago hace años, decirte la falta que me haces, pero es de noche, me vas a sacar cagando y no tengo ganas por enésima vez de hacerme bosta como siempre, de hundir mi mano en el pecho, sacar el corazón latiendo todo roto y que me digas que no es un corazón, que no está roto, que es tan solo una ilusión mia.

Ya hace semanas que me torturo con este ritual,  la copa de vino, el celular, los recuerdos y este puto nudo en la garganta, increíble a lo que una persona se acostumbra y hasta parece disfrutar. Pero no, no es disfrute, es un proceso mórbido, como un duelo sordo y los únicos testigos son la copa de vino , el teléfono en mis manos y los puchos, uno tras otro. Y eso que de día no fumo, menos después de aquel infarto que casi me lleva el año pasado, pero como dejar de fumar si eso calma mi ansiedad, ya ni me gusta el tabaco, pero vuelvo a eso tóxico, como vuelvo a vos.

Y vuelvo a leerte, recordar cada rincón de tu cuerpo, cada detalle, cada sonido cuando estallas de placer en la cama, tu aroma, tu espalda curvada y tu desdén. Giro la copa, prendo un pucho y agarro de nuevo el teléfono, vuelvo a leer lo último que hablamos y mientras leo, veo que estas en línea, veo que estas escribiendo y salgo del chat para que no sepas que estoy esperando como un naufrago una señal tuya, me quedo en línea pero en otro chat y llega tu mensaje. Mi ansiedad se va a las nubes, pero leo. "Mañana el nené no tiene gimnasia, así que no vayas a buscarlo, que descanses". Y yo respondo "ah ok, gracias, que descanses".
Y me quedo mirando el celular como un pelotudo, "ah ok, gracias, que descanses", podrías haber dicho "estuve pensando en vos todo el día" "quiero verte" "me haces falta", pero no, el pelotudo no quiere incomodar, no quiere hacerse mierda contra la pared que ya se chocó 2535 veces. Vuelvo a girar la copa, oler el vino como si supiera, pero solo tiene olor a vino, le doy un sorbo y prendo otro pucho mas, agarro el teléfono y voy a escribirte lo que siento, pero enseguida lo borro.

Siento en ese momento que un elefante se me para en el pecho, es otro infarto, pero este duele 10 veces mas que el otro, es tan doloroso que casi me hace olvidar lo que me dolés vos. Alcanzo escribir "hasta mañana" y me doy cuenta que me estoy muriendo, que de esta no zafo ni en pedo, pero no voy a pedir ayuda, ya está, fué.

Lo último que veo es el doble tilde celeste y sobre la mesa el Finca Natalina. No puedo creer que me esté muriendo y no haya podido volverte a decir que fuiste el amor de mi vida.
La puta madre tampoco puedo creer que me muera tomando este vino de mierda.